El veto de Bahl es un retroceso más en cuestiones de arbolado
por José Bruselario*
Desde Políticas para la República consideramos que el veto del intendente es un paso atrás ya que esta ordenanza de arbolado aprobada por unanimidad de todos los bloques no sólo incorporaba herramientas sino que además ordenaba todas las ordenanzas anteriores. En ese sentido se había logrado un consenso, se había estudiado con profesionales, teniendo incluso aportes de la Mesa de Arbolado, y no eran sólo aportes de los bloques sino también de la ciudadanía y del ámbito profesional. Es un retroceso, habiendo tenido tanto consenso, y porque es evidente que tenemos que avanzar en la cuestión del arbolado de la ciudad porque está cada vez peor.
Hay una planificación que presentó la Facultad de Agronomía en 2015, cuyo estudio contiene un relevamiento y de allí sugirió la plantación de cada especie para cada calle. El vivero municipal cuenta con este material e intenta trabajar en respuesta, pero no se ejecuta por falta de decisión política, y si se planta, sólo se planta un árbol cuando se destruyen dos o tres, entonces nunca llegamos a ordenar el territorio, ya que cuando se habla de arbolado no sólo debemos referirnos al arbolado de alineación, sino también hay que tener en cuenta los paños verdes de la vereda, y ahí mejorar las veredas y el mobiliario urbano, entre otras cosas.
Sobre el proyecto original
El proyecto original, presentado por el oficialismo, tenía unas cuestiones técnicas a corregir que fueron subsanadas. Se tomaron las sugerencias que nosotros hicimos, y la ordenanza quedó mejorada. Si bien una ordenanza siempre puede mejorarse y ampliarse, no era para vetarla porque haya estado mal, sino sólo por una postura política del intendente. En esta ordenanza intervinieron muchos profesionales y actores sociales, como la Mesa de Arbolado, que entiende bastante de este tema, y pareciera que no se tuvo en cuenta esa voz.
El aporte de Políticas para la República al proyecto
Principalmente aportamos en cuestiones de terminología, para poner en claro la especificidad de cada término y evitar problemas en su ejecución. Y procuramos que, al ejecutar obras nuevas, no se prohiba sacar un árbol, en caso de ser necesario y después de un estudio previo, pero que a la vez se reubique o se plante otro árbol, es decir, que se contemplen todas las dimensiones, para evitar lo que sucedió con la obra de calle Racedo, que tuvo una pésima ejecución que generó la lógica reacción de los vecinos. Entonces, cuando haya una situación así, la ordenanza vetada preveía cómo subsanarla, y ahí fue donde se hizo un aporte para que en esos casos se haga una planificación donde se tenga especial cuidado del árbol. Otro aporte fue, en la proporcionalidad de árboles autóctonos combinados con árboles exóticos, que al tratarse de un medio urbano de un ambiente modificado por el hombre, con las especies autóctonas no se logra cubrir los requerimientos de los servicios ecosistémicos y la adaptabilidad de dichas especies.
Arbolado, a futuro
La cuestión ambiental es uno de nuestros ejes, porque consideramos que desde las políticas públicas debe procurarse minimizar el impacto negativo sobre el ambiente. A futuro, en un nuevo proyecto, propondremos mayor planificación para que se llegue a ejecutar y realmente llegue a darse la plantación que hace falta, porque en el centro de la ciudad, por ejemplo, no tenemos árboles, y si hay es uno o dos por cuadra, cada dos o tres cuadras, no hay siquiera paños verdes en la vereda, es todo cemento que dificulta también el drenaje del agua de las lluvias y genera el efecto isla de calor, entre muchos otros problemas que vienen dados por la falta de árboles. Por eso, en temas de arbolado como en todo, hay que planificar bien, y esta ordenanza aportaba a mejorar este tema tan sensible e importante. Lamentablemente, fue vetada por el intendente Bahl, incluso con fundamentos que contradicen ordenanzas vigentes.
*José Bruselario es Auxiliar del Bloque Políticas para la República y especialista en cuestiones ambientales.