El gobernador puede plegarse a las medidas o estar del lado de la gente, él elige
El Presidente de la Nación estableció nuevas restricciones a vivir, a ganarse el pan de cada día, a moverse libremente. Restricciones inadmisibles y que vienen de un gobierno con baja o nula legitimidad moral, que repartió entre amigos las vacunas que nuestros viejos necesitan, que desatendió todo lo demás y culpó al sistema de salud por hacerlo, que hicieron negocios con venta de insumos, comieron asados y tuvieron fiestas y velorios multitudinarios cuando al resto nos mandaban a guardarnos, y donde ninguno de su casta resignó un sólo peso de sueldo fijo asegurado a fin de mes, donde cada centavo serviría para sumar vacunas y testeos, mientras otros pagaban impuestos que los llevaron a la bancarrota.